Coronavirus
Las autoridades de la ciudad de Shenzhen, ubicada en el sur de China, han prohibido el consumo de perros y gatos desde el próximo 1 de mayo, convirtiéndose en la primera ciudad del país en establecer esta legislación. Esta medida se adopta después de que China haya vencido al coronavirus que se sospecha que pudo iniciarse por el consumo de pangolín.
"Como mascotas, perros y gatos han establecido una relación mucho más estrecha con los humanos que todos los demás animales y prohibir su consumo y el de otras mascotas es una práctica común en los países desarrollados y en Hong Kong y Taiwán. Esta prohibición es acorde al espíritu de la civilización humana", aseguró el gobierno local.
Ya en enero, cuando la epidemia del coronavirus comenzaba a ser protagonista en China, se prohibió el comercio de animales salvajes en todo el país como medida de contención del virus.
La nueva ley conllevará multas para quienes se la salten: las personas que no respeten la nueva legislación serán multados con hasta 20.000 yuanes (2.609 euros). Y para los comercios que vendan estos animales, la multa será de 50.000 yuanes (6.522 euros).