LOS HOSTELEROS COMIENZAN A ADAPTARSE A LA NUEVA NORMATIVA
Las tradicionales aceiteras empiezan a desaparecer ya de los restaurantes. En su lugar habrá envases que no se puedan rellenar y que estén perfectamente etiquetados, para asegurar la calidad del aceite.
El pasado 1 de enero entró en vigor la norma que prohíbe las aceiteras tradicionales, pero los hosteleros tienen un plazo para retirarlas completamente.
El principal problema para ellos es el alto coste que supone no poder comprar garrafas para rellenar. “Hay clientes que gastan media aceitera mojando pan”, comentan.
Muchos clientes están convencidos de que acabarán pagando ese gasto extra en su menú, aunque otros están dispuestos a hacerlo para ganar en seguridad:
La normativa supondrá un punto extra de higiene y permitirá al consumidor conocer qué tipo de aceite está consumiendo.