SEGÚN EL BOLETÍN PETROLERO DE LA UNIÓN EUROPEA

El precio de la gasolina marca nuevo máximo del año tras subir un 0,22%

El precio de la gasolina ha alcanzado esta semana un nuevo máximo anual por un incremento del 0,22% con respecto a hace siete días, según datos recogidos en el Boletín Petrolero de la Unión Europea.

El precio de la gasolina ha alcanzado esta semana un nuevo máximo del año después de registrar un incremento del 0,22% con respecto a hace siete días, según datos recogidos a partir del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).

En concreto, el litro de gasolina se ha situado esta semana a un precio de 1,318 euros, marcando así su sexta semana consecutiva por encima del umbral de los 1,3 euros y superando el máximo anual de 1,317 euros que tocó a comienzos del pasado mes.

El precio de este combustible viene subiendo desde enero y se sitúa en la actualidad un 14,6% por encima del arranque del año, si bien aún es bastante inferior al de la misma semana de 2014, cuando el petróleo no había iniciado aún su fuerte abaratamiento.

En cuanto al gasóleo, el precio del litro de este combustible se sitúa esta semana en 1,200 euros, tras haberse abaratado un 0,24% con respecto a hace siete días. Aún así, se mantiene por encima de la cota de los 1,2 euros y cuesta un 8,89% más que al inicio de 2015. Con los niveles actuales, llenar el depósito medio de 55 litros de gasolina requiere 72,44 euros, mientras que en el caso del gasóleo supone 66 euros.

Esta evolución de precios coincide con un momento en el que el precio del barril de petróleo Brent, de referencia en Europa, cotiza por encima de los 63 dólares, casi un dólar y medio más que hace una semana.

Los carburantes cuestan en España menos que en la media de la UE, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,479 euros y en 1,489 euros en la zona euro. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,31 euros de media en la UE y 1,271 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal.

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