HAN EXPEDIDO 3.581 CARNÉS Y LOGRADO DIGITALIZAR UNA SALA
La iniciativa consiste en ofrecer a los espectadores un bono de 30 euros con el que pueden ver todos los estrenos del año. Además, los propietarios de las salas han evitado cerrar.
"La idea era que ese abono nos ayudara a nosotros pero también a la gente para acceder a esas películas que quieren ver", cuenta Toni Espinosa, propietario de los cines.
Como se puede ver, el cine todavía cuenta con tres proyectores antiguos de 35mm. Lo que ocurre es que las películas ya no se distribuyen en ese celuloide, sino en formato digital.
Y reformar las tres salas con las que cuentan estos cines suponía un coste de 180.000 euros, un dinero del que no disponían los propietarios. Con la fórmula del bono, han logrado expedir 3.581 carnés, y con esa ayuda han podido digitalizar una sala y media.
"Estamos muy contentos de que esta sala antigua, que forma parte de la historia de la ciudad, desde 1936, tenga una larga vida por delante", comenta Espinosa.
Hay que señalar que en lo que va de año la recaudación de las salas ha bajado un 16% y son muchas las que han tenido que abandonar por falta de público.
La gente que ha probado la iniciativa se encuentra muy conforme con la misma. "El precio está muy bien" o "es útil y necesario porque el cine está muy caro", han sido declaraciones de algunos de los espectadores que ya han adquirido el bono.