Arte
Ha llegado a España la exposición de uno de los artistas más controvertidos del siglo XX, Lucien Freud. Nieto del inventor del psicoanálisis, muestra en sus lienzos con crudeza, la vulnerabilidad del ser humano.
La pintura de Lucien Freud es excesiva, brutal, pero ante todo... carnal. "Él nos pone ante la verdad. es que somos arcilla humana y el cuerpo se corrompe, se deteriora, es lo que nos espera", comenta Paloma Alarcón, conservadora de la colección de arte moderno del Museo Thyssen Bornemisza.
La pintura de Freud no deja a nadie indiferente
Pero, ¿cuál es la reacción del público? Preguntamos a las numerosas personas que llenan las instalaciones de esta exposición.
"Parece que esos cuerpos, esas texturas se pueden casi oler, se puede sentir perfectamente toda la emoción que transmite el cuerpo", señala una visitante de la exposición. "Está muy bien pintado, pero no me llega dentro. Yo escribo poesía y yo nunca escribiría estas figuras", otra mujer, muy impactada por las imágenes de Freud.
"Yo creo que a mucha gente le puede provocar rechazo. No creo que haya mucha gente acostumbrada a eso, pero creo que cuando menos, lo normaliza", asegura un joven turista.
Rechazo y admiración entre los visitantes
Judío de Berlín, la familia de Lucien Freud logró huir a Londres del horror nazi. Nieto de Sigmund Freud, siempre negó influencia alguna de su abuelo.
"Aunque él lo negara, si pensamos cómo trabajaba Freud, con el modelo delante, de una manera lenta, día tras día, sesión tras sesión, durante semanas, meses e incluso años, hay algo de las sesiones psicoanalíticas de su abuelo", afirma Paloma Alarcón.
Nieto de Sigmund Freud, siempre negó cualquier influencia de su abuelo
Junto con Francis Bacon, Lucien Freud es uno de los fundadores de la conocida como Escuela de Londres. Este artista destaca por una minuciosidad casi enfermiza. Sus retratos le llevaban semanas de trabajo, lo que suponía no sólo un reto para el artista, sino para los protagonistas de sus lienzos.
"Todo el mundo que hablaba de esas sesiones ha dicho que eran experiencias inigualables. Freud tenía conversaciones para todos y, por ejemplo, con el barón Thyssen hablaba de arte, con otros hablaba de comida, le gustaba mucho la gastronomía", concluye la experta.
En definitiva, explorar el ser humano a través de la pintura.