UNA JUEZ APROBÓ LA SOLICITUD
Perdió a su marido en un accidente de tráfico. Ambos querían ser padres pero su repentina muerte trastocó por completo su deseo. Decidida a tener un hijo de su marido solicitó que le extrajeran el esperma. Había que actuar con rapidez. El plazo límite era de 24 horas.
La juez de guardia autorizó su extracción y permitió que se enviara a un lugar especializado para conservarlo. Ahora tendrá que ser otro juzgado el que permita que sea inseminada de su marido. Deberá demostrar que él quería también ser padre porque la legislación de reproducción asistida es clara
No podrá llevar sus apellidos si en el momento de su muerte, el material reproductor no estuviera en el útero de su mujer. Ella alega que habían acudido a un especialista. En Valencia un juzgado truncó los deseos de una mujer que quería ser inseminada de su marido en coma desde hacía años. El juez no lo permitió porque no había posibilidad de conseguir su consentimiento.