lo prueban en castilla y león
La lucha de la DGT para prevenir los accidentes en las carreteras no cesa y durante años esta organización ha tratado de concienciar a los conductores para que entiendan por qué es necesario levantar el pie del acelerador.
El último método que ha probado la DGT para combatir el exceso de velocidad en la carretera son radares en cascada. Una técnica que consiste en colocar un radar móvil y, pocos kilómetros después, uno fijo. De esta manera, se fichará a aquellos conductores que solo reducen la marcha al paso del radar y luego vuelven a acelerar.
Pero también está poniendo a prueba otros métodos que nada tienen que ver con los radares.
Desde hace un tiempo, la DGT está pintando líneas verdes en algunas carreteras de Castilla y León con el objetivo de provocar un efecto visual de estrechamiento de la calzada. De esta manera, el conductor tiene la sensación de que está conduciendo por un carril que parece más pequeño de lo que en realidad es. Esta sensación de estrechamiento lleva a los conductores a desacelerar la marcha al creer que la carretera es más pequeña.
Este es un método que ya se ha llevado a cabo en países como Suecia y Holanda, donde se ha demostrado que la sensación de estrechamiento induce a los conductores a moderar la velocidad.
Con esto, la DGT pretende que el usuario identifique las carreteras con más riesgos y no sea necesario instalar estos sistemas de control de velocidad.
Estas líneas verdes van acompañadas de señales verticales que recuerdan a los conductores que se encuentran en vías con velocidad especialmente controlada.
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