ÚLTIMO ESLABÓN DE LA PIRATERÍA
Los manteros. El último eslabón de la piratería. El paisaje que muchos ven y vemos cuando visitamos las costas españolas. En la calle, vendiendo en aceras, al lado de la arena de la playa o en los paseos marítimos de las ciudades costeras. Ahí están, escapando de la Policía cuando estos llegan y discutiendo con los comerciantes a los que hacen competencia. Y de fondo, un negocio clandestino en el que los jefes casi no se manchan las manos.
Son ellos los que mandan y los que dirigen. Los responsables de pisos de producción. Nunca venden, pero son los que se llevan todos los beneficios. Es en ese lugar donde se copia, se distribuyen las falsificaciones y donde se organiza el trabajo de los manteros.
Los comerciantes saben que se "están ganando la vida pero...", y cuando hay un 'pero' detrás siempre hay problemas. Discuten entre ellos, y también los manteros discuten con los turistas y con los agentes.
La Policía tiene clara cuál es su misión: "Lo que queremos es que no vendan. Sabemos que tienen que comer pero debemos defender a nuestros comerciantes".