EN BUENAS MANOS

Separadas y divorciadas

Cada minuto se produce un divorcio en España. A este dato no es ajena Ana Mato, quien ha dado un paso al frente para proteger a las mujeres separadas y divorciadas.

La ministra de Sanidad ha insistido en que las mujeres divorciadas o separadas que no hayan cotizado a la Seguridad Social van a tener derecho a la tarjeta sanitaria, que les garantiza el acceso a los servicios de Salud de las distintas comunidades autónomas.

Me consta que no hay dolor más desgarrador de la convivencia que el que se produce entre dos almas en conflicto. También es verdad que se pierde entonces, en muchas ocasiones, el timón del control emocional. Así que, habrá que estar atentos en el cuidado de estas mujeres. 

Por eso, la ministra ha asegurado que "bajo ningún concepto" las medidas adoptadas por el Gobierno van a afectar negativamente a las mujeres separadas o divorciadas y ha matizado que estas personas van a dejar de estar vinculadas al sistema sanitario a través de su situación familiar anterior, para pasar a ser titulares de tarjetas sanitarias "sin depender absolutamente de nadie".

Estas medidas, dijo, “han sido acertadas si estamos pensando en el avance hacia una universalización real de la sanidad y, sobretodo, en cómo dar pasos para garantizar la libertad y la igualdad de las mujeres”.

El Decreto "garantiza" a todos los ciudadanos, tanto hombres como mujeres, el derecho a la asistencia sanitaria, "con independencia de todas las posibles situaciones laborales y familiares".

Sabemos que la protección a la salud es un derecho constitucional y Ana Mato ha asegurado que lo garantizará a todos los españoles. Estará “a la altura de las circunstancias”, ha dicho, y adoptará las decisiones necesarias para garantizar la sanidad pública, universal y de total calidad.

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