CON UN AÑO DE ANTELACIÓN
El algoritmo en el que trabajan los expertos de la Unidad de Investigación del Centro Alzheimer Fundación Reina Sofía y que terminarán de definir "en los próximos meses" permitirá predecir, con una tasa de éxito del 92% y con al menos un año de antelación, si una persona sana desarrollará los primeros síntomas clínicos de deterioro cognitivo que, en la mayoría de los casos, derivará en una demencia tipo alzheimer.
Así lo confirmó el investigador principal del Proyecto Vallecas, Miguel Medina, responsable de este estudio longitudinal con un horizonte a diez años sobre una cohorte inicial de 1.213 voluntarios con edades comprendidas entre los 70 y los 85 años y cognitivamente sanos al inicio de la investigación.
Una población que, con los años, se ha reducido casi a la mitad y sobre la que los investigadores buscan identificar "perfiles de riesgo" de personas que desarrollarán una demencia de tipo alzheimer o deterioro cognitivo.
Para ello, realizan a los voluntarios un "seguimiento exhaustivo" que combina test para el análisis y la evaluación neurológica y neuropsicológica sobre aspectos como la memoria a corto y largo plazo, la fluidez verbal y semántica o la capacidad de concentración y de planificación de tareas.
Además de estos test, el algoritmo incluye un análisis genético y bioquímico de sangre y mediante resonancia magnética sobre el hipocampo para lograr un diagnóstico precoz y articular un tratamiento "temprano y eficaz" para esta enfermedad que, de momento, no tiene cura. A juicio de Medina, resulta necesario “comprender" ese proceso que va desde un estado cognitivamente sano hasta una demencia tipo alzheimer para facilitar una mejor toma de decisiones por parte del neurólogo clínico.
Para Medina, tras su validación en la población del Proyecto Vallecas, este algoritmo "será un hito muy importante" cuando los investigadores sean capaces de validarlo y ver su posible "utilidad" en una población independiente, un "paso" en el que están embarcados en la actualidad. Por ello, instó a tomar los resultados provisionales "con precaución" aunque la tasa de éxito en su aplicación "es de los más altos que se han descrito".
De conseguir esta validación, sería posible, además, "ampliar ese periodo de tiempo anterior a la aparición de los síntomas y tener más capacidad de predicción, seguimiento y tratamiento de esta enfermedad en individuos que aún están sanos" gracias a la aplicación combinada de técnicas "accesibles" y que están "al alcance" de cualquier centro asistencial de tamaño medio.
Factores de resistencia
En paralelo a la culminación de la validación de este algoritmo, el equipo de Medina también trabaja en la identificación de los "factores de resistencia" de los voluntarios que todavía se mantienen activos y cognitivamente sanos.
Unos factores de resistencia que todavía no han podido "definir, identificar y mostrar" en su conjunto pero que, a su entender, "abren nuevas posibilidades" de investigación: "Resultan tan interesantes como los factores de riesgo porque, si los favorecemos, quizá podamos prevenir o retrasar el inicio de la enfermedad".
A este respecto, advirtió: esta enfermedad neurodegenerativa que, según la Fundación Reina Sofía, afecta al 20% de las personas de entre 80 y 89 años y al 5% de entre 60 y 69 años, no solo representa un "reto" para la investigación en el área biomédica, sino para el conjunto de la sociedad. Así, reconoció "mucha presión para intentar resolverlo cuanto antes" dada la prevalencia "cada vez mayor" de una enfermedad que, en un porcentaje inferior al 3%, también afecta a menores de 40 años que padecen alzheimer de inicio temprano por una mutación genética.
Según datos de la Fundación Reina Sofía, España "se está acercando" a las 800.000 personas con demencia, más de la mitad de las cuales se encuentran en situación de dependencia.