EN BUENAS MANOS
Se reunieron en Kisa, Suecia, diferentes medios de comunicación internacionales que viajaron al país escandinavo para escuchar de primera mano al equipo de investigadores de la Universidad de Linköping y el Hospital Karolinska, que ha realizado un importante estudio sobre salud cardíaca y que tiene sus frutos en un nuevo tratamiento que puede ayudar a reducir la mortalidad cardiovascular en un 50%. Se trata de un nuevo complemento nutricional efectivo en la prevención de la mortalidad cardiovascular, especialmente en personas mayores, fundamentado en dos sustancias naturales, el selenio y la coenzima Q10.
El selenio es un oligoelemento que se encuentra de forma natural en la alimentación. Es importante para el normal funcionamiento de la salud y ayuda apoyando una serie de funciones, como por ejemplo, la fertilidad, la función inmunológica, la defensa celular, o la habilidad del cuerpo para combatir las inflamaciones. Varios estudios han demostrado un vínculo entre la presencia de bajos niveles de selenio y un aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
La coenzima Q10 es una sustancia parecida a las vitaminas que está presente en la alimentación, pero que también se produce de forma natural en el hígado humano. Todas las células lo necesitan para fabricar energía mediante un proceso en el que la grasa, los carbohidratos y las proteínas son convertidos en ATP (adenosina trifosfato). Este es el método de producción de un 95% de la energía del organismo.
Los profesores Urban Alehagen (Linköping University), Peter Johansson (Linköping University), Mikael Björnstedt (Karolinska Institute), Anders Rosén (Linköping University), y Ulf Dahlström (Linköping University), han demostrado la capacidad de una terapia que combina levadura de selenio y coenzima Q10 (compuesto parecido a las vitaminas) para reducir significativamente la muerte cardiovascular entre las personas mayores, a la vez que proporciona al músculo cardíaco un impulso extra que le permite bombear con más fuerza.
La investigación llevada a cabo por este grupo de científicos suecos, dirigida por el profesor Urban Alehagen, ha tenido una duración de cinco años y en ella han participado 443 ciudadanos suecos con buena salud de edades comprendidas entre los 70 y los 88 años. Al final del periodo de seguimiento en el grupo del tratamiento activo murió un 5,9% por patología cardiovascular, en comparación con un 12,9% del grupo placebo.
Además, los voluntarios del grupo de tratamiento que tomaban los complementos tenían niveles significativamente inferiores de NT-proBNP, un marcador bioquímico de la insuficiencia cardiaca. Es decir, que a largo plazo la suplementación con coenzima Q10 y selenio redujo la mortalidad cardiovascular, cuyo efecto positivo también fue evidente en una mejora significativa de la función cardiaca.
También, otras investigaciones anteriores han indicado que tanto el selenio como la coenzima Q10 son factores esenciales en la prevención de enfermedades cardiovasculares. En concreto, Alehagen señaló "un pequeño estudio de la combinación que se utiliza como tratamiento complementario para los pacientes con infarto de miocardio", sin embargo, matizó, difiere un poco de su estudio. Otros estudios en pequeña escala con resultados moderados, dijo, "sugieren que ambos, selenio y coenzima Q10, son cruciales para el funcionamiento del músculo de corazón normal".
Alehagen se mostró emocionado y sorprendido con lo que han podido demostrar. "Con esta nueva perspectiva científica tenemos el material pertinente para discutir un posible nuevo tratamiento". Está claro, que ha nacido una nueva estrategia para las enfermedades del corazón.
Por otra parte, ahora que queremos ahorrar en las arcas públicas, veamos lo más útil, más sencillo y más barato en la terapéutica más básica.
El osteópata y naturópata Jean-Claude Secondé ha publicado un libro sobre la terapia marina desarrollada por los laboratorios Quinton, titulado 'Quinton, la cura de agua de mar'. Secondé explica las funciones beneficiosas del agua de mar para el organismo y el poder antibiótico del mar, que es eficaz contra afecciones como el acné, psoriasis, eccemas, gastroenteritis, deshidratación, cáncer, osteoporosis, oftalmología o medicina deportiva, entre otras.
De Louis Pasteur aprendimos que podemos defendernos de muchas patologías gracias a los estímulos externos que propician la reacción del organismo. Y podemos asegurar que con René Quinton hemos visto cómo nuestro organismo es capaz de defenderse desde su interior. En ese código se inscribe el hecho de que el agua de mar contiene 78 de los 104 elementos de la tabla periódica de Mendeléiev y tiene prácticamente la misma composición que el plasma sanguíneo, del cual depende la nutrición y la regulación celular. Seguro.