Llegan a alcanzar los 100 kilómetros por hora
Noventa equipos han participado este año en una competición cuyo único requisito es que los trineos sean de madera y fabricados artesanalmente. Se deslizan por un sinuoso y a veces peligroso recorrido de un kilómetro de nieve, con placas de hielo en muchos tramos. Los más rápidos alcanzan velocidades próximas a los 100 kilómetros por hora.