UNA HAZAÑA QUE LOS MÉDICOS CREÍAN IMPOSIBLE
Jaquie Goncher quería caminar y su boda era su gran motivación. La joven sufrió una lesión medular tras un salto en la piscina de un amigo cuando tenía 17 años.
Los médicos fueron muy pesimistas en el pronóstico y le aseguraron que jamás podría volver a caminar. Ocho años después, cuando su novio le pidió matrimonio, Jaquie se propuso desafiar a los doctores y demostrar que con mucho esfuerzo y perseverancia podría conseguirlo, según informa ABC News.
La situación era delicada pero trabajó con fisioterapeutas para poder ser capaz de sostenerse en pie, aunque solo fuera por breves periodos. Así cumplió su sueño de llegar al altar andando y protagonizar un tierno baile de recién casada.