ELECCIONES EN VENEZUELA
Caravanas, concentraciones y actos de campaña se sucedieron a lo largo del día en Caracas y diversas partes del país con exhortaciones a la participación en los comicios, a los que están convocados 17,5 millones de venezolanos para renovar la unicameral Asamblea Nacional.
En Los Teques, capital del estado Miranda, la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) reunió a varios de sus candidatos más emblemáticos para pedir a sus partidarios que acudan masivamente a las urnas y así obtener los suficientes escaños para romper la mayoría absoluta que actualmente ostenta el chavismo en la cámara.
La mayoría absoluta se alcanza con 110 escaños, dos tercios de los 165 que tendrá la Asamblea en los próximos cinco años. En el acto en el estado Miranda, que engloba a varios municipios de Caracas y es gobernado por el opositor Henrique Capriles Radonski, dirigentes y candidatos de la MUD llamaron a votar por "un cambio para la libertad" y "poder salir de la oscuridad".
Capriles alentó a los electores a optar por "la fuerza del cambio", lema de la campaña de la oposición para su regreso al Parlamento, del que está ausente desde 2005 al haber boicoteado entonces los comicios. "Sí se puede el cambio, nosotros desde Miranda, le decimos a todo nuestro pueblo que sí es posible darnos las manos, unirnos, gobernar para todos", afirmó el gobernador de Miranda en un mitin que se prolongó hasta la noche.
En Caracas, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) inició la jornada con caravanas que partieron de varios puntos de la ciudad, para converger en una de sus céntricas plazas para un acto multitudinario del que estuvo ausente el presidente Hugo Chávez.
El mandatario venezolano, que en los últimos días ha encabezado caravanas y concentraciones de su partido en todo el territorio nacional, centró hoy su apoyo a los candidatos del PSUV en los estados Carabobo y Lara, en el interior del país, los dos con gobernadores en la oposición.
"Yo estoy calentando motores, esta no es mi campaña, yo estoy aquí apoyando a mis candidatos", afirmó Chávez en Carabobo al referirse tanto a las elecciones del domingo como a las presidenciales de diciembre de 2012, en las que volverá a ser candidato.
En Lara, feudo del gobernador Henry Falcón, ex dirigente chavista que abandonó este año el PSUV y se alistó en las filas del partido de izquierdas Patria Para Todos (PPT), Chávez reconoció que "es inevitable que los escuálidos (como llama a los opositores) ganen algunos diputados" en la Asamblea. Aseguró, no obstante: "El domingo les vamos a dar una paliza".
"Es absolutamente necesario que ganemos la batalla del domingo. Les pido que no duerman desde hoy hasta el lunes por la noche. Que nadie baje la guardia. Que nadie deje de votar por ninguna causa, llueva, truene o relampaguee", dijo el presidente.
Por su parte, líderes y candidatos oficialistas en la concentración de Caracas ratificaron la necesidad de conservar el control de la Asamblea y dijeron que para ello es "vital" conquistar más de 110 escaños. Los últimos sondeos, publicados la semana pasada antes de la prohibición de encuestas vigente desde el sábado, no aclararon si el oficialismo alcanzará estos dos tercios necesarios para el control de la cámara o si la oposición logrará más de 55 diputados.
En declaraciones a la prensa, tras concluir el acto en Los Teques, Capriles advirtió de que si el presidente Chávez pierde la mayoría calificada en las elecciones del domingo podría pedir una nueva Ley Habilitante que le otorgue plenos poderes a la todavía antigua cámara.
"Algo huele mal, cuando se celebran unas elecciones en Venezuela en septiembre. La toma de posesión de la nueva Asamblea se produciría en enero, así que (Chávez) podría aprovecharse de estos tres meses para decretar una ley Habilitante", afirmó Capriles.
El gobernador abogó por solucionar los problemas del país y evitar la confrontación que, a su juicio, sólo interesa a Chávez y su partido. Por el lado oficialista, el canciller Nicolás Maduro, como dirigente del PSUV, encabezó una caravana electoral en el estado Táchira, fronterizo con Colombia, y allí advirtió de que la oposición estaría planificando "un apagón general y el colapso de los servicios públicos" ante lo que consideró su derrota en las urnas.