Temporal
Aunque Ernest ha dado una tregua este miércoles en gran parte del país, en algunas zonas continúa su actividad. Ha dejado fuertes rachas de viento en Melilla que han llegado a alcanzar los 66 kilómetros por hora.
Una inclemencia meteorológica que ha complicado el aterrizaje de un avión cuando se disponía a parar el vuelo. Aunque las imágenes son impactantes y dan la sensación de que el aeroplano puede volcar de un momento a otro, los expertos explican que esta es una maniobra que se realiza de manera habitual.
Sergio Soloviev es el primer oficial de Boeing 737-800 y asegura que esta operación es "algo más que normal" y a lo que los pilotos están más que "acostumbrados". Para llevar a cabo la táctica y para evitar el desplazamiento lateral fuera de la pista "bastaría con girar el avión hacia la dirección en la que sopla el viento" según detalla el aviador Javier González.
La técnica del "vuelo cruzado", como se le denomina comúnmente, consiste en mantener el rumbo del avión de forma alineada con la pista de aterrizaje. En este movimiento hay que tener en cuenta la aeronave debe tocar tierra justo antes de que las ruedas estén a favor del viento.
Por lo general cuando predomina el mal tiempo y el fuerte viento suelen ser las principales ocasiones en las que los aviones tienen que efectuar un aterrizaje de esta manera. Pero hay que tener un gran conocimiento y ser prudentes porque si el viento cruzado sopla con gran intensidad puede llegar a provocar daños importantes en el tren de aterrizaje, que es la parte del avión encargada de absorber la energía cinética.