FINALIZA LA OLA DE CALOR
La entrada de una masa de aire frío por el noroeste peninsular que dejará tormentas, inestabilidad y temperaturas algo más bajas, acabará con la ola de calor que durante 14 días consecutivos ha activado alertas por temperaturas máximas de más de 40 grados. En el periodo comprendido entre el 3 y el 16 de julio, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha señalado el aviso naranja o rojo por altas temperaturas durante todos los días y ha destacado los días 6 y 7 de julio cuando se activó la alerta roja en Córdoba y en Zaragoza, Huesca, Lleida y Valencia respectivamente.
A partir de este viernes, la ola de calor se disipa para entrar en un 'pequeño valle' con una disminución de las provincias afectadas por calor intenso -sólo hay avisos amarillos-, así como de la temperatura media total en España. Desde este fin de semana, el calor intenso se notará sólo en 11 provincias, con temperaturas que alcanzarán los 40 grados en Cádeiz, Córdoba, Jaén, Sevilla, Teruel, Zaragoza, Albacete, Ciudad Real, Toledo, Madrid y Ávila.
La entrada de una masa de aire frío por el noroeste de la Península generará nubes y por tanto inestabilidad y tormentas que harán bajar los termómetros en buena parte del interior peninsular y las Islas Baleares y las Canarias.
Las temperaturas mínimas más bajas se producirán en el norte peninsular, mientras que las máximas más alta se darán en el centro y sur del país, en Córdoba, Sevilla, Albacete, Almería, Ciudad Real, Madrid, Toledo y Zaragoza, donde el mercurio oscilará entre los 35 y 37 grados. Ante esta situación, la Agencia de Metereología mantiene la alerta amarilla activada en 22 provincias de once comunidades.
Desde este sábado, el descenso de temperaturas será más evidente en el cantábrico oriental, alto Ebro y litoral atlántico andaluz por lo que sólo las provincias de Córdoba, Granada, Jaén, Sevilla, Valencia y Murcia tienen aviso amarillo por máximas que oscilarán entre los 36/38 grados. Asimismo la portavoz de la Agencia de Meteorología ha apuntado que este día el riesgo de tormentas estará presente en numerosos puntos de la Península.
Este descenso pasajero de las temperaturas se disipará entre el lunes y el martes de la semana próxima cuando se inicie un progresivo ascenso en casi toda la Península.