LA SEMANA SANTA HA SIDO EL PISTOLETAZO DE SALIDA
El Camino de Santiago ha sido esta Semana Santa un hervidero de peregrinos. Miles de personas han dedicado sus vacaciones de Semana Santa para acudir andando a Santiago.
Cada uno lo hace desde un punto diferente, dependiendo de la distancia que quisieran recorrer, pero si algo tienen en común la mayoría, es que lo hacen por una promesa.
Corriendo con sandalias y por una promesa, así se lanzó Santiago a hacer el Camino. Su motivo fue el nacimiento de su tercer hijo. Corrió más o menos una maratón diaria, 210 kilómetros en cinco días sobre las mismas piedras que ha pisado Antonio. Él, en su caso, le fue detectado un tumor cerebral, pero ahora se ha detenido, y parece, como él dice, que "está todo bien", por eso se ha lanzado a andar.
Para dar gracias llega también Alejandro. Se quedó prácticamente ciego, y tras un trasplante recuperó la visión.
Los motivos para andar o correr el Camino de Santiago son muy diversos, pero todos coinciden en quedarse sin palabras una vez llegan a la meta, la catedral de Santiago.
Las caras de todos los peregrinos es de alegría, pues la dureza del Camino ha sido máxima.