GALICIA | RENUNCIARON A SU PAGA EXTRA, DE 14.000 EUROS
Con un vale de 200 euros en el bolsillo lo tuvieron a tiro y no dudaron: compraron percebes gallegos, langostinos y hasta jamón ibérico. El problema es que el dinero correspondía a una ayuda municipal para que las familias sin recursos adquiriesen productos de primera necesidad.
Y es que la familia que se benefició de la ayuda no contaba con que los establecimientos donde hicieron las compras tenían a su vez que enviar la factura al Ayuntamiento, donde saltaron las alarmas.
La polémica está servida en Sada donde el gobierno municipal prefiere ver el lado positivo. Renunciaron a su paga extra, 14.000 euros, para poner en marcha esta iniciativa y, "si sólo una familia ha querido defraudar, el dinero -concluyen- está bien empleado".
El Ayuntamiento descarta obligar a la devolución del importe pero, cuando identifique a la familia, será borrada del listado de Servicios Sociales.