EEUU | PRIMARIAS REPUBLICANAS
Es una victoria crucial, pero no definitiva. A Mitt Romney aún le quedan 46 estados más por batallar, aunque la de Florida ha sido una victoria contundente. Tanto, que ha servido para dar un giro de corrientes dentro del partido republicano.
La cuestión hasta ahora era si Romney era "lo suficientemente conservador" como para plantar cara a Obama. Ahora, la pregunta es: ¿es Newt Gingrich demasiado conservador para entrar en la carrera por la Casa Blanca?
La próxima contienda después de Florida será Nevada, el 4 de febrero, donde existe una gran población mormona. Romney, que es mormón, ganó con un 51% de las preferencias durante su fallido intento presidencial en el 2008.
Newt Gingrich, ex presidente de la Cámara de Representantes, culpó a la "máquina de ataques de Romney" por una ola de advertencias de que un triunfo de Gingrich en Florida lo podría colocar camino a una nominación que condenaría al partido.
En los dos debates en la Florida destrozó a Gingrich, quien pasó los últimos días de la campaña tratando de recuperar el equilibrio. Convocó a decenas de republicanos para que fustigaran a su contrincante y rehizo su imagen del republicano más apto para desafiar a Barack Obama en noviembre.
Pero la victoria de Romney está lejos de estar asegurada. Gingrich podría resucitar como hizo después de la derrota en Iowa, aunque los expertos en la política interna republicana dicen que las probabilidades "no lo favorecen".