IBAN A QUITARLE SU CASA
El presidente de la Cámara de Comercio de Palermo (Sicilia), Roberto Helg, que ha sido arrestado tras recibir un soborno, ha confesado el delito ante los fiscales que le han interrogado al alegar que necesitaba el dinero por encontrarse en la ruina.
Los medios de comunicación ha reproducido hoy parte de su declaración ante los fiscales, en la que reconoce que "necesitaba el dinero" porque atraviesa graves problemas económicos que le han llevado a tener embargado su propio domicilio.
El denunciante fingió aceptar el pago para que la policía le detuviese
Tras su detención en la tarde del lunes, acusado de extorsión, Helg trató de negar las pruebas pero rápidamente confesó el delito. Además, según las mismas fuentes, reveló algunos indicios que podrían desvelar un sistema de corrupción más amplio que la Fiscalía de la capital siciliana se encuentra investigando.
Helg, además de dirigir la Cámara de Comercio, también es vicepresidente de la Gesap, la sociedad encargada de gestionar el aeropuerto palermitano Falcone Borsellino.
La operación se produjo después de que el dirigente recibiera un soborno de 100.000 euros por parte de un empresario que quería prorrogar a un precio conveniente el contrato de alquiler de su local en la instalación aeroportuaria.
Era considerado como un 'estandarte' contra la corrupción
Según recoge este miércoles el diario "La Repubblica", el contacto entre Helg y el empresario se produjo el 20 de febrero, cuando este último preguntó al dirigente de la sociedad aeroportuaria por el estado de la prórroga de su contrato de alquiler. Tres días después, Helg reclamó al empresario del sector de la repostería el pago de 100.000 euros para desbloquear la renovación de su contrato de alquiler en el aeropuerto de la capital siciliana y, además, otros cinco pagos mensuales de 10.000 euros.
El día 26 de febrero, el pastelero, uno de los más famosos de la isla meridional, decidió denunciar la supuesta extorsión del dirigente y presentó ante los Carabineros (policía militar) una grabación de la conversación que mantuvieron para demostrar el delito.
El lunes por la mañana, aliado con el cuerpo policial, fingió aceptar la extorsión y entregó el dinero a Helg. Acto seguido los agentes procedieron a su detención y, cuando intervinieron su despacho y procedieron a revisarlo, encontraron la suma de dinero en el bolso de su chaqueta y, sobre su mesa, un sobre con 30.000 euros.
Caballero de la República italiana desde 1976, su arresto ha levantado una cierta polémica en el país ya que, hasta la fecha, estaba considerado por algunos como un exponente en la lucha contra la corrupción. La Cámara de Comercio de Palermo fue bajo sus directrices la primera en habilitar una oficina "por la legalidad", destinada a defender a los empresarios extorsionados por políticos corruptos o por el "pizzo", la suma de dinero reclamada por la mafia.
Recientemente había aprobado, junto al resto de componentes de la Junta de la patronal Confcommercio, un plan trienal para la prevención de la corrupción.
Su detención ha llevado por enésima vez al debate de la opinión pública la cuestión de la corrupción en Italia, uno de los países de la Unión Europea más marcados por esta lacra. El presidente de la Autoridad nacional Anticorrupción, Raffaele Cantone, recordó el martes en una entrevista al canal de televisión Skytg24 haber asistido a un acto presidido por Helg en el que "llevó a cabo una intervención particularmente apasionada contra la corrupción". "Respetanto la presunción de inocencia, es evidente que en este ámbito hay mucha hipocresía, algo incluso más dañino que la propia corrupción. Si un sujeto como este tipo habla de lucha a la corrupción y después es arrestado, el verdadero riesgo es que pone en tela de juicio la batalla", señaló.