EL CAMIÓN QUEDÓ DESTROZADO
Qué malo es quedarse sin frenos. Y más si vas al volante de un monstruo como ése a casi 200 kilómetros por hora.
Imagínense la angustia del piloto al ver que no podía parar la máquina para acabar en un barranco.
El piloto brasileño que iba dentro, Diumar Bueno, lo puede contar. Eso sí, sufrió 17 fracturas en la pierna derecha y 15 en la izquierda.
El camión también quedó completamente destrozado.