DENUNCIAN 1.300 MUERTES EN LAS AFUERAS DE DAMASCO
La ONU pidió al régimen sirio autorización para investigar las denuncias de un ataque con armas químicas a las afueras de Damasco aunque advirtió que de momento el acceso a la zona no es posible por la situación de inseguridad.
"Es una situación dramática y en este momento no se puede acceder a la zona por la situación de inseguridad", dijo ante la prensa el subsecretario general de la ONU, Jan Eliasson, tras informar al Consejo de Seguridad sobre los últimos acontecimientos en Siria. Así, tras confiar en que la misión de la ONU puede investigar el ataque, Eliasson recordó que el equipo de expertos liderado por el profesor sueco Ake Sellström "está sobre el terreno" y espera recibir autorización de las autoridades sirias para acceder a la zona.
Ban Ki-moon, está "conmocionado" por las noticias que llegan
El Consejo de Seguridad de la ONU celebra una reunión urgente a puerta cerrada a petición de Francia, Reino Unido, Luxemburgo, Corea del Sur y EEUU para abordar los últimos acontecimientos en Siria. La rebelde Coalición Nacional Siria denunció que al menos 1.300 personas murieron en un supuesto ataque con armas químicas del Ejército en los alrededores de Damasco, acusaciones negadas por las autoridades sirias de manera inmediata.
Eliasson recordó que el secretario general, Ban Ki-moon, está "conmocionado" por las noticias que llegan desde Siria y ha pedido que se investigue ese ataque "lo antes posible", para lo cual la misión en Damasco está negociando con el régimen de Bachar al Asad. "Estamos en contacto con el Gobierno sirio y esperamos que el resto de las partes cooperen para que se pueda llevar a cabo la investigación", añadió el subsecretario general, quien instó a todas las partes a "contener" este conflicto.
Tanto el régimen de Damasco como los insurgentes se han acusado recíprocamente de emplear este tipo de armas en Siria, uno de los siete países que no ha firmado la Convención sobre Armas Químicas de 1997. Desde que se inició la guerra civil en Siria, en marzo de 2011, han muerto más de 100.000 personas y casi 7 millones necesitan ayuda humanitaria de emergencia, según las últimas cifras de Naciones Unidas.