LLEVARON OXÍGENO CON UNA MANGUERA
El pequeño se había caído a un pozo seco de 12 metros de profundidad y apenas 30 centímetro de diámetro. Sacarlo de un lugar tan estrecho y profundo no fue fácil. Necesitaron varias cuerdas, un teléfono móvil con cámara y una manguera para llevar oxígeno a la parte inferior del pozo. Después de varios intentos fallidos, el pequeño fue rescatado con éxito y trasladado a un hospital cercano.