SU SALARIO NO LE PERMITÍA COMPRARSE UN COCHE
La historia de James Robertson, un estadounidense de 56 años, es digna de película. Durante los últimos diez años Robertson ha acudido cada día a trabajar. Hasta ahí nada fuera de lo normal si no fuera porque cada día que acude al trabajo realiza 33 kilómetros caminando.
James Robertson camina, según cuenta el Detroit Free Press, 33 kilómetros todos los días, de lunes a viernes. Su Honda se rompió en 1988 y Robertson se quedó sin medio de transporte para acudir a una fábrica en Rochester Hills, un suburbio de Detroit. Su salario de 10,55 dólares por hora no le permitía afrontar la compra de un nuevo vehículo.
Su historia ha trascendido en las redes sociales y una colecta, en principio para comprar un coche a Robertson, lleva ya recaudados más de 280.000 dólares.
"En principio, mi objetivo era sólo 5.000 dólares. Quería que ayudarle a comprar un coche para ir a trabajar, pero las generosas donaciones excedieron la idea incicial. Quiero agradecer a todas las personas que han pagado dinero. Cada centavo ayudará a James", explicó Evan Leedy, estudiante de la Universidad Estatal de Wayne y que está detrás de la colecta en GoFundMe.