TRAS LA OLA DE REVUELTAS EN EL NORTE DE ÁFRICA
La Comisión Europea ha propuesto este miércoles facilitar la introducción temporal de controles fronterizos en la UE en circunstancias excepcionales, como flujos masivos de inmigrantes irregulares. El Ejecutivo comunitario cede así a las pretensiones de Italia y especialmente de Francia, que habían reclamado poder restringir el libre movimiento de personas en caso de crisis migratorias.
Esta medida está incluida en el paquete de iniciativas sobre política migratoria presentado por Bruselas como respuesta a la llegada de inmigrantes procedentes de los países del norte de Africa tras la ola de revueltas ciudadanas en la región.
"Para salvaguardar la estabilidad de la zona Schengen, podría ser necesario prever la reintroducción temporal de controles fronterizos internos limitados en circunstancias muy excepcionales", ha afirmado la comisaria de Interior, Cecilia Malmström.
Este nuevo mecanismo de suspensión temporal de Schengen estaría basado en "criterios bien definidos" y permitiría "decidir a nivel europeo cuales serán los Estados miembros que volverán a introducir con carácter excepcional el control en la frontera interior y por cuanto tiempo", según ha explicado la Comisión.
Se activaría para "afrontar aquellas situaciones en las que, bien un Estado miembro no cumple su obligación de controlar su sección de la frontera exterior, bien una parte específica de la frontera exterior se ve sometida a fuertes presiones inesperadas debidas a acontecimientos externos".
Malmström ha sostenido que "Schengen es un logro fantástico de la UE y debemos defenderlo". Pero, a su juicio, el espacio sin fronteras tiene "puntos débiles" por la "falta de confianza" de los Estados miembros y "hay que intentar resolverlas".
En la actualidad, los Estados miembros ya pueden reintroducir unilateralmente los controles fronterizos interiores alegando motivos de seguridad u orden público. Así se ha hecho para numerosos acontecimientos deportivos y así lo hizo Francia el mes pasado para frenar la llegada de inmigrantes tunecinos a los que Italia había concedido un permiso temporal, lo que provocó un enfrentamiento entre París y Roma.
El Ejecutivo comunitario alega que "si la Unión es capaz de ofrecer una respuesta coordinada de carácter comunitario en estas situaciones críticas, ello aumentará sin lugar a dudas la confianza entre los Estados miembros y reducirá el recurso a iniciativas unilaterales en las que un Estado miembro introduce temporalmente controles". El nuevo mecanismo debe ser aprobado por los 27, que se resisten a ceder competencias a la UE en esta materia.