ARTEFACTO SOSPECHOSO
Un Boeing 767-300 que cubría el trayecto entre el aeropuerto turco de Estambul y el John Fitzgerald Kennedy de Nueva York cuando el capitán pidió a las autoridades aeroportuarias de la capital irlandesa permiso para efectuar un aterrizaje de emergencia.
Al parecer, la alerta fue declarada después de que un pasajero conectase su teléfono móvil al enchufe de los retretes para cargar la batería, acción que debió ser considerada como sospechosa por otros pasajeros o miembros de la tripulación, según explica el rotativo "The Irish Times".
El avión se posó poco después de las 15.00 GMT, y la Policía irlandesa (la Garda) montó inicialmente un dispositivo de seguridad en torno al aparato para investigar el asunto. El propio dueño del teléfono móvil en cuestión se presentó ante los agentes del orden cuando estos subieron a bordo para dar explicaciones sobre el supuesto malentendido.
Según un portavoz policial, la alerta de seguridad ha sido ya abortada y no se han efectuado arrestos, por lo que el avión, con 206 pasajeros a bordo, continuará su trayecto hacia Nueva York.