MATÓ A SU HIJA, SU HERMANA Y SU ABUELA
Romina Martínez, una argentina de 27 años, confesó haber perdonado a su exmarido, del que está embarazada tras visitarle en la cárcel en la que espera para ser juzgado por haber asesinado a varios miembros de la familia de ella, informaron hoy medios locales.
La mujer decidió perdonar al asesino de su abuela, su hermana y la hija que tuvo en un matrimonio anterior por considerar que en el momento del crimen se encontraba "poseído".
El asesino confeso, Juan Carlos Cardozo, fue iniciado por Romina en la práctica de la religión umbanda, un culto sincrético nacido en Brasil que incorpora elementos africanos y del cristianismo y que ha alcanzado cierta popularidad en el país carioca, Uruguay y en algunas zonas de Argentina.
Cardozo confesó haber acuchillado a la hija, la hermana, y la abuela de Romina -de 6, 15, y 76 años, respectivamente- en agosto del año pasado en Benavídez, localidad bonaerense situada a unos 50 kilómetros de la capital argentina, y adujo como motivo que su exmujer le había abandonado.
Romina Martínez había decidido separarse del hombre tras cuatro años de relación y una hija en común y había dejado la casa donde convivían una semana antes del asesinato.
Cardozo fue detenido dos días después del crimen tras ser captado por las cámaras de seguridad del municipio de Tigre, donde se encuentra Benavídez. El resto de la familia de Romina decidió interrumpir toda relación con ella, incluido su padre, quien se presenta como querellante en el juicio.