QUINTA ENTIDAD FINANCIERA

La fusión de CAM, Cajastur, Cantabria y Extremadura crea la tercera caja

Con la aprobación hoy por Caja Cantabria de la fusión con Cajastur, Caja Mediterráneo (CAM) y Caja Extremadura culmina un proceso por el que se crea la tercera caja de ahorros española con un volumen de activos de 135.000 millones de euros.

A lo largo de esta semana las asambleas generales de las cuatro cajas de ahorro han aprobado su fusión por medio de un Sistema Institucional de Protección (SIP) del que surgirá un banco que se convertirá en el quinto del sector financiero español, con un volumen de negocio en torno a 160.000 millones de euros.

El lunes, con la asamblea de Cajastur, se empezó a refrendar el proceso iniciado el pasado mes de mayo, cuando los consejos de administración de estas cuatro cajas aprobaron el acuerdo de fusión por el que compartirán riesgos a través del banco matriz y mantendrán sus marcas diferenciadas. La fusión fue ratificada ayer por los órganos supremos de la CAM y de Caja Extremadura, y hoy por la asamblea de Caja Cantabria, con lo que se completa un proceso que desembocará con el inicio de 2011 del nuevo grupo.

Esta alianza recibirá una ayuda pública del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) de 1.493 millones y permitirá a las cajas gestionar sus riesgos de manera compartida. Con datos del cierre de 2009, el nuevo grupo tendrá una ratio de activos Tier 1 -recursos de mayor calidad- del 9,3%, que se reduciría hasta el 7,8% a cierre de 2011, según el escenario hipotético más adverso de las pruebas de solvencia publicadas recientemente.

El 27 de julio, el presidente de la CAM, Modesto Crespo; el de Cajastur, Manuel Menéndez; el de Caja Extremadura, Víctor Bravo; y el de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio, firmaron el contrato del SIP. El acuerdo culminado ha superado las reticencias del consejo de administración de la CAM sobre las delegaciones de poder del futuro consejero delegado del nuevo grupo, cargo que podría recaer en el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez.

Ese aspecto se convirtió en el principal escollo para que la caja alicantina diera el visto bueno final al proyecto, tal y como reconoció a mediados de julio, cuando aceptó el contrato del SIP con la excepción de delegar las facultades en el consejero delegado.

El Banco de España instó a la CAM y a Cajastur, que está integrando a Caja Castilla-La Mancha a través del banco Liberta, a resolver sus diferencias, lo que en el sector se interpretó como una clara advertencia a la caja alicantina.

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