Reforma laboral
Al Ejecutivo se le complica aglutinar los apoyos para convalidar su reforma laboral, y plazo expira la próxima semana. Conscientes de la fuerza de sus votos, Esquerra y Bildu presionan con una declaración conjunta en la que exigen tramitar como proyecto ley la norma para poder incluir la prevalencia de los convenios colectivos provinciales y autonómicos, o incrementar a 45 días la indemnización por despido improcedente.
El Gobierno quiso cerrar con prisas su contrareforma de la reforma laboral, antes de terminar 2021. Era el compromiso. Entonces, más allá de recabar los apoyos parlamentarios, la prioridad era conseguir lograr el acuerdo de los agentes sociales, y se consiguió. 28 días después de su publicación en el BOE, el Ejecutivo acelera los contactos y las negociaciones con los grupos parlamentarios y abre nuevas vías ante la negativa de sus socios de investidura.
Mientras la parte socialista de la coalición continúa explorando la vía Ciudadanos, la vicepresidenta de Podemos busca un acercamiento con Esquerra, pero los de Oriol Junqueras, a pesar de que reconocen los "intentos" de Yolanda Díaz, responden con una declaración conjunta con Bildu, la Cup y el BNG. Se plantan, consideran "insuficiente" el texto y creen que «no supone la derogación de la reforma laboral de 2012".
Así que exigen incluir:
Exigencias en mano, desde Eh-Bildu aseguran que "está suficientemente claro, tenemos voluntad por abrir un proceso de diálogo".
Yolanda Díaz confirma que "seguimos negociando" pero ahí se queda, prefiere no desvelar más: "nunca desvelo el contenido de nuestras negociaciones". Desde el sector Sánchez, insisten en que no se va a tocar una coma del acuerdo entre sindicatos y patronal. La vicepresidenta primera, Nadia Calviño asegura que : "La reforma labor debe convalidarse con sus propios méritos. Es una reforma del dialogo social. Se basa en el bienestar social. Ese debe ser nuestro objetivo y el de todos los grupos políticos".
Y no considera que el Gobierno esté en peligro si Ciudadanos se suma a convalidarla, a pesar de que sus socios habituales amenazan la estabilidad de la legislatura si Sánchez da un "giro a la derecha."
Los socialistas confían en la negociación. Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE, dice que "aún hay tiempo para convencerles", queda una semana. Hace un llamamiento a las fuerzas progresistas y se pregunta: "Si no defienden los intereses de los sindicatos y empresarios, ¿qué intereses defienden?"