ESPAÑA EN LA REUNIÓN DE TORONTO
La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín acusó de "falta de responsabilidad y de lealtad institucional" al presidente del PP, Mariano Rajoy, por aprovechar un mitin para volver a "sembrar dudas sobre la fortaleza de la economía española" mientras el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la defendía en la reunión del G20 en Toronto.
En rueda de prensa después de una reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, Pajín reprochó a Rajoy sus palabras en las que "gritaba algo así como que nuestra economía estaba intervenida y que él ya había avisado de ello y nadie en este país le escuchaba". "Si piensa que nadie le escucha debe preguntarse por qué", añadió.
Y en todo caso, opinó que más que no escucharle lo que parece es que a Rajoy no le hacen caso ni sus "propios compañeros de filas, que han propuesto una coalición entre gobiernos sin avisarle", afirmó en referencia a las palabras del vicesecretario general del PP Javier Arenas, que la semana pasada planteó esta posibilidad a medio plazo.
Cospedal: Cualquier cambio es positivo
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aseguró que "el cambio de criterio o de actitud del Gobierno de España", reconociendo la necesidad de ajustes y de que éstos no se produzcan ralentizando el crecimiento, sino todo lo contrario, "con el presidente", José Luis Rodríguez Zapatero, "cambiando un discurso de mucho tiempo, siempre es beneficioso y favorable".
Así lo expreso la secretaria general del PP, al tiempo que incidió en que "todos los apoyos que pueda haber a las medidas que se puedan tomar en España", en referencia al mensaje de Obama, "o cualquier actuación del Gobierno que suponga un cambio en lo que ha sido la política económica que se ha llevado hasta hace muy poco tiempo, siempre van a ser positivos".
Dicho esto, Cospedal apuntó que las conclusiones a sacar de la reunión de los países del G-20 son que "cada uno tiene que hacer lo que estime más conveniente para solucionar la situación económica de su propio país". "Cada uno tiene que hacer su deberes", señaló la secretaria general, que consideró que la reunión de los 20 países más ricos "tampoco tiene una capacidad de acción mucho mayor" y que "no era mucho más lo esperado".