GRAN RECORTE PRESUPUESTARIO
El año pasado se compraron sólo seis chalecos antibalas para todo el cuerpo de Policía Nacional del país. La escasez de este material obliga a los agentes a poner dinero de su bolsillo y costearse sus propios chalecos, que alcanzan un precio de 600 euros.
Piden nuevos cascos, guantes anti-cortes, cinturones o botas. Utilizan vehículos con más de 20 años de uso. El recorte en los presupuestos afecta también a la munición, a menos balas, menos ejercicios de formación. Además, los agentes deben guardar las armas en casa.