LOS MÁS PEQUEÑOS SE CONVIERTEN EN ESCULTORES
Permiten que toquen las esculturas expuestas y después los niños las recrean a pequeña escala en un taller de creación.
Aprencian texturas, el significado de diferentes obras de arte, y una vez aprendido que un museo es algo vivo, se ponen en marcha con paciencia, constancia y un poco de maña.
Una actividad que, además de didáctica, les ayuda a despejar dudas sobre su futuro profesional.