EN MADRID
Ensalada de circuitos, revuelto de microprocesadores y parrillada de inductores. Un menú virtual para crear el real. Los clientes van eligiendo con este puntero cada uno de los platos que desean probar. Sobre el mantel aparecen las imágenes, los productos con los que están elaborados y su precio.
Entrantes, principal, postre... incluso la carta de vinos. Se evitan así confusiones con nombres raros y descripciones largas. En caso de duda siempre habrá un camareros para asesorarnos.
'No renunciamos a la figura del camarero. Da todo tipo de información, nos sugiere, propone', dice Carlos Iván Ruiz, gerente del restaurante Eatperience.
Un sistema informático que incluso permite cambiar el fondo de nuestro mantel dependiendo del tipo de comida y de nuestro ánimo. Eso sí, lo único que no han podido dejar virtual, además de la comida, es la factura. Una lástima.