REIVINDICACIÓN DE LOS TAURINOS
Los gritos de libertad que arroparon al matador lo han convertido en un símbolo en defensa de la tauromaquia.
Tal pasión desbordó Morante de la Puebla, que fue paseado a hombros por los aficionados desde la plaza Monumental hasta su hotel.
Más de una hora de camino para homenajear al maestro sevillano por las calles de Barcelona, cortando La Diagonal, y reivindicando la fiesta nacional.
La tarde comenzó con mucha tensión, con enfrentamientos entre los aficionados que acudian a la plaza y los antitaurinos.
En el ruedo, el delirio llegó en el quinto. Morante demostró que el toreo es un arte con series larguísimas. Fue Morante en estado puro poniendo a la gente en pie en el momento de entrar a matar.
El de Morante del sábado en Barcelona fue un éxito rotundo tanto dentro y también, fuera de la plaza.