GALERÍA DE FOTOS
La fotógrafa Dina Goldstein ha querido cambiar los finales de los cuentos clásicos haciendo a las princesas desgraciadas sucumbiendo al alcohol, teniendo un matrimonio infeliz o sufriendo de cáncer. Un reflejo algo más real, pese a su toque trágico, de estos cuentos que siempre tienen final feliz.
La fotógrafa comenzó a crear sus fotografías después de que su hija empezara a sentir un gusto especial por estas historias y de que su madre fuera diagnosticada de cáncer. Eso le hizo plantearse cómo se enfrentaría una princesa a una enfermedad, problema económico o el paso de los años.
Las fotos mezclan la fantasía de los cuentos con las desgracias que suceden a veces en la vida real.