ES UNA TRADICIÓN ANCESTRAL
Todo está preparado en Bermeo para su fiesta grande, la Magdalena. Cubiertas y bodegas se llenan de comida y bebida para ua larga jornada.
"Cuando no había crisis empezábamos a festejar una semana antes", se ríe un vecino de Bermeo. Más de un centenar de embarcaciones salen del puerto, en trainera, en piragua, en moto acuática, en lanca o velero, cualquier forma es buena para llegar al islote de Ízaro.
La tradición manda que Bermeo reivindique su propiedad lanzando una teja al agua. Una vez reclamada la posesión de Ízaro y con la vuelta al puerto continúa la celebración.