TESTIGOS DIRECTOS
Fueron muchas las personas que acudieron al rescate en los instantes inmediatamente posteriores al siniestro del tren que descarriló en las vías de Santiago. Vecinos, servicios de emergencia y fuerzas de seguridad se lanzaron sin pensarlo a ayudar a las víctimas. La Policía Nacional había desplegado un dispositivo especial para la celebración de las fiestas de Santiago y todos ellos acudieron ,de inmediato, a la tragedia.
Uno de los agentes, que sacó con vida de un vagón a un niño de la edad de su hijo, relata la dureza de ese momento. "Lo primero que vimos fue un vagón de tren humeando en medio de la calzada, lleno de hierros. En las vías, vagones y chatarra amontonados", afirmó José Pertega, policía nacional, testigo directo y de las primeras personas en auxiliar a los heridos.
Recuerda momentos de desesperación pero con satisfacción cuenta que ayudó a salvar a un niño de siete años, la misma edad que tiene su hijo. "Ni siquiera sabiamos si era una explosión o un simple descarrilamiento. Lo prioritario era la evacuación de heridos", aseguró.
Junto a otros compañeros rescató cuerpos sin vida y supervivientes, personas atrapadas en el interior de los vagones, entre el amasijo de hierros. Cuando se le pregunta si se considera un héroe, él elogia a todos los que estuvieron ese día ayudando sin condición.
Ahora están pendientes de la recuperación de los heridos que continúan hospitalizados.