EL OBJETIVO ES LA EDUCACIÓN
Son niños de entre tres y cinco años y se preparan como si fueran auténticos profesionales para comenzar la carrera de los sanrroquiños. Sin caballitos ni derrapes, logicamente, pero con la misma emoción.
El fin de esta concentración es la educación. Respetar a los demás y las normas de tráfico.
Como en toda concentración motera no falta la zona del tunning. Asientos de cuero, luces de neon y hasta un 'aumento de caballos' en las motos.