MADRID | DETENCIÓN DE UN MANTERO EN LAVAPIÉS
Calle Amparo, barrio de Lavapiés. Poco antes de las tres de la tarde del domingo dos policías municipales de paisano detienen a un joven de origen africano por vender ilegalmente en la calle. Está ya esposado y va a ser conducido a dependiencias policiales.
Un compañero del arrestado intenta impedirlo e increpa a los agentes mientras pide a otros vendedores que le ayuden. Uno de los agentes intenta evitar que se acerquen usando una porra mientras el otro ya ha sacado su pistola. Se retiran por la calle con el detenido y, ante el avance de los compañeros del arrestado, efectuan un primer disparo al aire. Pero la tensión continúa y realizan un segundo disparo, también al aire.
"Entre los vendedores se agruparon y a la policía la dejaron un poco mermada", señala una vecina del barrio. Otra, bastante más joven, lo ve de otra forma: "Me parece algo totalmente disparatado, la policía pone en peligro tanto a la comunidad africana como a nosotros y ese disparo al aire podría haber entrado en algún balcón y haber matado a alguna persona"
Los disparos se producen en una calle de ocho metros de anchura. Fuentes policiales aseguran que efectuar disparos debe ser siempre la última opción, pero... "el reglamento de policía lo deja claro: cuando ves peligrar tu integridad física o la de terceras personas, con carácter disuasorio puedes utilizar el arma reglamentaria, que es lo que hizo el policía en este caso y nos parece correcto", considera Francisco Torres, secretario general de Madrid del sindicato Colectivo Profesional de Policía Municipal.
El Ayuntamiento respalda la actuación de los agentes. "El policía municipal cuando se vio acosado disparó al aire y en el ayuntamiento de Madrid apoyamos a los policías municipales siempre que están cumpliendo una ordenanza", ha señalado la alcaldesa de la ciudad, Ana Botella.
Los hechos sucedieron en el barrio de Lavapiés, donde ya se han producido varios intentos de impedir por la fuerza detenciones policiales.