EN COMA DESDE HACE MÁS DE 21 AÑOS
El Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid había citado a las dos partes -familia y aseguradoras- para intentar alcanzar un acuerdo que evitara llegar a un nuevo juicio, después de que no se alcanzara un consenso en el primer acto de conciliación celebrado el pasado 28 de abril.
La madre de la víctima, Juan Ortega, ha reconocido a la prensa, entre lágrimas, que no estaba contenta con el acuerdo, pero que había aceptado la recomendación de su abogado de aceptarlo y poner fin al proceso. "Siento que he vendido a mi hijo, me siento humillada, pero no puedo más", ha confesado Juana.
Más de 20 años de lucha
El acuerdo firmado entre las aseguradoras y la familia de Antonio Meño, el hombre que ha permanecido en coma tras ser sometido a una intervención quirúrgica, pone fin a 22 años de litigio.
Antonio Meño quedó el 3 julio de 1989 en coma vegetativo, cuando tenía 21 años, tras someterse a una rinoplastia en la Clínica Nuestra Señora de América de Madrid, entidad que quedó absuelta tras los juicios iniciados por sus padres.
Su familia, que agotó la vía penal y civil para pedir una indemnización, fue condenada en 2009 por el Tribunal Supremo a pagar 400.000 euros en costas, lo que les supuso el embargo de su vivienda, aunque finalmente su abogado logró que el Tribunal paralizara la notificación, a través de un incidente de nulidad.
En la primera sentencia de 1993, la Justicia obligaba a la aseguradora a indemnizar a Antonio Meño con 172 millones de pesetas (más de un millón de euros). Pero tanto el juzgado de Primera Instancia número 11 de Madrid como la Audiencia de Madrid (en 2000) y el Tribunal Supremo (en 2008) rechazaron las demandas de la familia y declararon que no existió negligencia médica.
Los padres de Meño instalaron en 2009 un campamento en la madrileña plaza Jacinto Benavente de Madrid, junto al Ministerio de Justicia, para reclamar una salida digna a la situación de su hijo. El 17 de noviembre de 2010, el Tribunal Supremo admitió la demanda de revisión presentada por la familia y anuló las sentencias dictadas anteriormente.
El Alto Tribunal admitió la demanda por el testimonio del doctor Ignacio Frade, que aseguró que durante la intervención el anestesista, Francisco González, se ausentó y no estaba presente cuando él mismo se percató de que se producía una alteración en la frecuencia del ritmo cardiaco de Antonio Meño.
Dos días después de la notificación de esta sentencia, la familia de Antonio Meño regresó a su casa, tras permanecer 522 días acampados. El 28 de abril de 2011 se celebró el primer acto de conciliación, pero no se llegó a un acuerdo económico.
Finalmente este jueves ambas partes han firmado el pacto por el que la familia de Meño recibirá una indemnización de 1.075.000 euros. El acuerdo firmado hoy entre las aseguradoras y la familia de Antonio Meño, el hombre que ha permanecido en coma tras ser sometido a una intervención quirúrgica, pone fin a 22 años de litigio.