COINCIDIENDO CON EL FINAL DEL CURSO ESCOLAR
Algunos de los mejores han recibido sus notas en la playa, donde ya descansan del esfuerzo realizado. Como por ejemplo Ignacio Vasserot, una de las dos mejores notas de Madrid con 9,97, que celebra ya el fin de curso y sus calificaciones en Mallorca.
“yo creo que es un descanso merecido después de tanto trabajo estos dos últimos años. Apetece un poco la playa, porque en Madrid no hay”, dice Ignacio, alumno del Colegio San José del Parque desde infantil, que estudió bachillerato tecnológico y pretende estudiar medicina.
¿Su receta? Saber dónde está el límite entre diversión y estudios. Comparte la primera posición con Sara Aventín, cuyas compañeras la han recibido con vitores y abrazos. Su expediente roza la perfección y eso le abre la puerta del doble grado de Física y Matemáticas.
“Me gustaría ser física teórica , y siempre me ha llamado la atenciñon el acelerador de partículas (de Suiza), pero la verdad es que también me gustaría quedarme en España”, dice Sara, que ha sacado un 9,95.
Inés Moreno también se resiste a dejar España. Quiere quedarse en Oviedo: “mi padre estudió medicina en la Universidad de Oviedo. Es psiquiatra y yo quisiera seguir sus pasos”. Por la nota que ha logrado, un 9,95, parece que ha conseguido su objetivo.
Y hay quien como Carla Solsona no se conforma con un 9,93. Se presenta al examen de excelencia para ser el mejor expediente de su comunidad Aragón, y ganar un premio de 600 euros y el primer año de carrera gratis.