Actuaban así: entraban dos mujeres y una niña en el local aparentando ser clientes normales, mientras una segunda menor permanecía oculta. Posteriormente, provocaban una discusión con el dependiente, y la menor de ocho años aprovechaba la distracción para entrar en la caja fuerte y extraer mantas enteras de joyas. La Policía estima que los atracadores, todos partes de la misma familia, habrían llegado a robar 240.000 euros utilizando a tres menores.