LE TRASLADAN A OTRA RESIDENCIA
n hombre de 76 años se ha encerrado hoy en el centro de atención de Santander en el que vive en señal de protesta por la decisión de cerrar esas instalaciones y trasladarlo a otro centro del Gobierno de Cantabria, que ha asegurado a su vez que dicho traslado estaba pactado con él.
Ángel Quintana, que toda su vida ha trabajado como albañil y lleva seis años viviendo en el centro de atención de La Pereda, ha protagonizado esta mañana uno de los momentos más tensos desde que el Gobierno regional anunció el cierre de las instalaciones, al resistirse a su traslado y encerrarse en su habitación.
Fuentes de la consejería cántabra de Sanidad y Servicios Sociales han explicado que se trata de un residente totalmente autónomo que vive en el Centro de Atención a la Discapacidad (CAD) La Peredadesde octubre de 2005.
De acuerdo con los criterios de valoración establecidos por la comisión del Instituto Cántabro de Asuntos Sociales, Ángel Quintana obtuvo una puntuación baja, por lo que se le asignó una plaza en un centro de atención en Laredo y se acordó con él su traslado.
La Consejería niega que en ningún momento se haya ofrecido a este hombre una plaza en el centro de Cueto -en Santander-, por lo que niega el engaño y, de hecho, asegura que Ángel Quintana tenía hoy hechas las maletas para su traslado.
Sin embargo, esta mañana el hombre ha decidido cambiar de opinión y se ha opuesto al traslado, según las fuentes de la Consejería, que ha decidido dar a Ángel algo más de tiempo para tomar una decisión.
Además, las fuentes recuerdan que el hombre está en su derecho de rechazar la plaza pública que le ha sido asignada en el centro de Laredo.
La Consejería es consciente de la complejidad del proceso de reubicación de todos los residentes en el centro de La Pereda y ha destacado la normalidad de casi todos los traslados, según las mismas fuentes.
Según ha relatado el propio Ángel hace un par de semanas la dirección del Centro de Atención a la Discapacidad (CAD) LaPereda le informó de que iba a ser trasladado al centro de Cueto -en Santander-, donde seguiría compartiendo habitación con su actual compañero.
Sin embargo, a la semana siguiente la dirección le comunicó que finalmente iba a ser reubicado en un centro de Laredo -a unos 50 kilómetros de Santander-, sin ofrecerle más explicación.
Hoy, durante la habitual concentración que realizan trabajadores y usuarios del centro de La Pereda para mostrar su rechazo al cierre de la instalación, la coordinadora de enfermeras y una gobernanta han indicado a Ángel que tenía que abandonar el centro en ese mismo momento y le han explicado que había una furgoneta esperándole para trasladarle a Laredo.
Según han explicado a Efe varios usuarios y trabajadores que han presenciado la escena, Ángel ha entrado en un estado de ansiedad y, entre lágrimas, se ha resistido a su traslado, dirigiéndose a su habitación, en la que permanece.
"Me tendrán que sacar de aquí con los pies por delante", ha declarado Ángel, que ha trabajado toda su vida como albañil y tiene problemas para andar debido a las prótesis que tiene en sus rodillas como consecuencia de tantas horas de trabajo, según explica.