RESISTE LA CRISIS
Mientras que el precio de las viviendas baja, el de los aparcamiento no para de subir. Quien tiene una plaza de garaje en el centro de las grandes ciudades tiene un tesoro.
Aparcar en la calle supone la incomodidad de renovar el ticket cada dos horas, exponerse a que el coche sufra algún desperfecto o incluso a que lo roben. Por eso la venta y el alquiler de plazas de garaje es un sector que no se ha visto afectado por la crisis, todo lo contrario.
Hoy acceder a una plaza es más caro, concretamente un 10% más que hace dos años. Pero los usuarios hacen cuentas y a pesar de que una plaza en alquiler en el centro de Madrid o Barcelona supera los 200 euros al final del mes es más barato que sacar cada dos horas el ticket en el parquímetro.