TRAS ANUNCIAR 'PRECONCURSO' DE ACREEDORES

Los trabajadores de Nueva Rumasa buscan una salida a la crisis

La plantilla de Cacaolat-Letona no descarta protestas para reclamar que la empresa garantice su continuidad después de que anunciara el 'preconcurso' de acreedores para 10 de sus empresas.

A las puertas de Clesa en Sevilla los nervios de los trabajadores eran patentes: desde enero no tienen trabajo. En la filial de Madrid la situación se repite. La estampa de Trapa en Palencia es una nave desierta. En Dhul y en Elgorriaga encontramos camiones parados. En las bodegas de Garvey en Jerez la puerta sólo se abre para las visitas turísiticas.

Lo cierto es que la situación no ha sorprendido a los trabajadores que veían que desde hace tiempo no entraban materias primas. Nueva Rumasa tiene deudas con proveedores en media España. En Ávila, por ejemplo, un grupo de ganaderos ya ha recurrido a la vía judical para cobrar lo que les deben.

De las diez empresas que están apunto de entrar en suspensión de pagos, Clesa es la que arrastra la mayor deuda con 300 millones de euros. Sin embargo, sumando la deuda total del grupo la familia Ruiz-Mateos debe 700 millones de euros a los bancos.

Así las cosas, la plantilla de Cacaolat-Letona, que pertenece al grupo Clesa del holding Nueva Rumasa, no descarta hacer movilizaciones para reclamar que la empresa garantice su continuidad, ha informado CC.OO. en un comunicado este viernes, después de que el grupo anunciara el 'preconcurso' de acreedores para diez de sus empresas, entre las que figura Clesa.

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