SUFRIÓ EN SILENCIO EL MALTRATO DURANTE DOS AÑOS
No puede hablar, pero la expresión de su rostro refleja el miedo que asegura haber pasado junto a su marido. Beatriz padece una enfermedad degenerativa que paraliza su cuerpo. En su estado, soportaba maltratos continuos. Su única forma de comunicarse es a través de un ordenador.
Desde noviembre, intentaba reunir pruebas para acudir a la policía. El pasado sábado lo consiguió. Chateaba con un amigo, cuando llegó su marido, con el que ya no convive. Cuenta que llegó a atarla de pies y manos, y hasta tuvo que escuchar cómo iba a morir.
Esta farmaceútica, madre de un hijo, asegura que los maltratos empezaron cuando comenzó a sufrir su discapacidad. Su caso está en fase de instrucción y espera que el juez decrete esta misma semana una orden de alejamiento.