LOS AFECTADOS SE QUEJAN DE LA PASIVIDAD POLICIAL
La manifestación para impedir el cierre de una csa okupada sembró el caos en las calles de A Coruña.
Daños en comercios y bancos, pintadas en fachadas y cierres de varias calles fueron el resultado de la acción violenta de unos 500 manifestantes, que se niegan a dejar una casa que pertenece a una inmobiliaria, a la que tachan de especuladora.
Los comerciantes afectados se quejan de la pasividad de la policía, que en lugar de frenar el vandalismo se limitó a avisar a los comerciantes de que la llegada de la manifestación podía afectarles y que lo conveniente era cerrar.
El dueño del edificio, conocido como Casa das Atochas, ha solicitado el desalojo forzoso, por lo que se prevé un segundo asalto de esta pelea.