HAY CINCO DETENIDOS
Tanto las mujeres víctimas de la explotación como los miembros de la organización son de nacionalidad china. La investigación policial comenzó en cuenca aunque pronto se descubrió que había ramificaciones en Madrid y en Jaén.
Alguna de las mujeres explotadas carecían de documentación y vivían en España en situación irregular. En un principio se negaron a colaborar con la policía por temor a represalias por parte de la organización.