LAS CONDICIONES METEOROLÓGIAS IMPIDEN SU RESCATE
Una investigadora se encuentra desde el pasado mes de agosto atrapada en una estación de invierno en el polo sur. La científica sufrio un infarto cerebral en el mes de agosto y en el lugar donde se encuentra no existen ni un escáner ni otras máquinas que puedan determinar la gravedad del infarto.
Además, la empresa para la que trabaja la investigadora considera demasiado peligroso mandar un equipo aéreo de rescate, por las condiciones climatológicas. La propia empresa cree también que la afectada no está en riesgo de vida o muerte.
Por el momento la mujer permanece de baja médica con una terapia de oxígeno que la ayuda a respirar.