EN MADRID Y BARCELONA
40.000 kilos de arena blanca son necesarias cada años para montar en plena capital una auténtica playa. Pero no todo es tan realista. Nos olvidamos de las olas del mar y hemos de conformarnos con mojarnos los pies en una piscina.
Al final de cada jornada, esta playa urbana se convierte en escenario de conciertos para que los ‘bañistas’ bailen a ritmo de los éxitos del verano.
Tampoco en el centro de Barcelona se pueden quejan de ambiente veraniego. Enfrente de la Sagrada Familia se han instalado estas hamacas para que los turistas disfruten del monumentos desde otra perspectiva.